Científicos de la Universidad de Cambridge han constatado que algunas aves tienen una alta capacidad para planificar sus necesidades futuras de comida. Tal es el caso de la Urraca azuleja, un ave que puede almacenar el alimento adecuado si teme que va a escasear o que su dieta resultará monótona.
El trabajo echa por tierra la creencia de que la habilidad para planificar el futuro es una capacidad exclusivamente humana.
Se realizaron dos experimentos:
En el primero,ocho urracas eran dadas de comer en mañanas alternativas en un habitáculo A o privadas del desayuno en otro B. El resto del día podían alimentarse a su antojo. A partir del sexto día se les proporcionaron por la tarde piñones. Los científicos comprobaron que las aves cogían esos piñones y los depositaban en el habitáculo A en el que no encontrarían desayuno, lo que revela que preveían sus posibles necesidades futuras.
En el segundo experimento los habitáculos tenían comida para perros el A y cacahuetes el B. Cuando se les dio la posibilidad de acceder al alimento por la tare se descubrió que llevaban alimento de un compartimento a otro en cada habitáculo, lo que revela que preferían un desayuno más variado y sabian como conseguirlo.
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